noviembre 12, 2013

Recuperación eficaz con la Cirugía Endoscópica Ginecológica


Entrevista a Dr. Adid Chejin
Por: Ana Jerez de Milito

Hasta hace un tiempo el diagnóstico y correcto tratamiento de muchas de las patologías ginecológicas requerían cirugía mayor con una estancia hospitalaria de varios días. Hoy día, las técnicas endoscópicas permiten un correcto diagnóstico y tratamiento de las mismas, de forma menos agresiva.

El especialista en ginecobstetricia, Adid Chejín explica  que la endoscopia ginecológica es una técnica utilizada para la exploración y tratamiento de patologías de la cavidad pelviana (lo que recibe el nombre de laparoscopia) y de la vagina y cavidad uterina (Vagino-Histeroscopia), a través de pequeños orificios donde se utiliza un delgado instrumento óptico que permite la visualización iluminada de cavidades corporales que normalmente son oscuras. Todo esto con la finalidad de realizar un diagnóstico y un tratamiento, en forma mínimamente invasiva. 


Conoce los procedimientos

Según el especialista, la laparoscopia es una técnica quirúrgica en la cual se utilizan incisiones en la pared abdominal de 5 a 10 milímetros, a través de ellas se introduce un sistema de lentes conectados a una cámara que permite observar la pelvis de una manera ampliada; también se introducen pinzas con diferentes funciones para realizar cualquier tipo de cirugía.
Este tipo de cirugía está indicada cuando hay quistes de ovarios, miomas uterinos, esterilizaciones de las trompas uterinas, endometriosis, histerectomías, prolapsos y actualmente se esta haciendo cirugía ginecológica oncológica con muy buenos resultados, acota Chejín.

VENTAJAS:

Las incisiones son mucho más pequeñas (más estética y menos complicaciones). 
- Mínimo o nulo dolor postoperatorio.  
- Menor riesgo infeccioso.
- Facilidad de exploración de sitios anatómicos imposibles de visualizar en la cirugía abierta.

Por otra parte, la vagino-histeroscopia -indica Chejín- es un procedimiento que permite la visualización directa del canal cervical y la cavidad uterina mediante la introducción de un equipo de última generación que no llega a los 5 mm de diámetro (histeroscopio), y el cual está provisto de una cámara en la punta. Se puede hacer en el consultorio con fines diagnósticos, para toma de biopsias o incluso para resolución de lesiones pequeñas. Existe también la vagino-histeroscopia quirúrgica, la cual se realiza en pabellón bajo anestesia con un equipo más grueso y que permite la resolución de lesiones más grandes.

El especialista menciona que este procedimiento está indicado en todos los casos que teóricamente requieran la visualización directa del canal cervical y de la cavidad uterina,  como por ejemplo:
·      Complementar el estudio de  la pareja infértil.
·      Estudiar o tratar sangrados abundantes o irregulares.
·      Estudio de malformaciones uterinas.
·      Extracción de DIU incrustados o con hilos no visibles.
·      Toma de biopsia endometrial dirigidas para  despistaje de cáncer, entre otros.

Son varias las razones por las que este es un método de elección para muchos especialistas y pacientes -señala el ginecobstetra- porque no requiere ningún tipo de incisión, el dolor es mínimo o nulo, no afecta la fertilidad y no hay límite de edad para su realización.
El régimen ambulatorio de estas dos técnicas permite la reincorporación temprana de la paciente a la actividad laboral y social. Las secuelas post-cirugía suelen ser menos frecuentes y de menor intensidad, por lo que la cirugía endoscópica, si es factible, debe ser la cirugía de elección, finaliza el especialista en ginecobstetricia, Adid Chejín. 


A publicarse en la Revista Ciencia Médica al Día por Ana Jerez de Milito
Redactado en Noviembre 2013
 

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